El académico, que asume liderazgo de grupo de investigadores internacionales, se encuentra iniciando una investigación centrada en el análisis de la actual campaña electoral chilena, junto a un equipo de tres universidades tanto de Chile como España.
Durante los últimos tres años, el Dr. Percy Peña Vicuña, investigador y académico de la Escuela de Periodismo de la Universidad Católica del Norte (UCN) ha participado en DigiWorld, una red internacional de colaboración científica con base en Alemania y Noruega enfocada en el estudio comparativo de campañas electorales digitales.
Como fruto de esta labor, el Dr. Peña publicó el artículo “Elecciones Chile 2021: populismo, temas divisivos y triunfo de los nuevos partidos en Facebook”, en la edición 58 de la revista Cuadernos.info. Además, es parte del equipo que, en un estudio comparativo que será publicado en los próximos números de la Revista de Comunicación de la Universidad de Piura (Q1), abordó los procesos electorales en Chile, Colombia, Brasil y Perú.
Hasta hace un mes, el académico participaba en DigiWorld como un miembro más, sin embargo, ahora asume el liderazgo y coordinación de la red en Chile. Bajo su liderazgo está el equipo chileno, en el que participa la Dra. Pamela Romero, de la Universidad de Playa Ancha (UPLA), el Dr. Guillermo Bustamante y la Dra. Gabriela Baquerizo, de la Universidad de los Andes (UANDES).
Actualmente, se encuentra iniciando un proyecto centrado en el análisis de la actual campaña electoral chilena, con el equipo chileno y junto a Vicente Fenoll, PhD de la Universidad de Valencia (UV).
¿Qué es lo que se estudia de una campaña electoral?
Principalmente, el populismo, la campaña negativa y los elementos asociados a las campañas políticas digitales de los diferentes partidos y candidatos o candidatas. También se analizan los llamados a la acción y la influencia que ejercen. En el proyecto que estamos iniciando se incluirán además elementos de desinformación y contenido sintético (deepfakes).
¿Podría explicar cómo funciona el mecanismo que utilizan para analizar campañas?
Dentro de nuestra metodología empleamos un enfoque cuantitativo de investigación, específicamente análisis de contenido cuantitativo manual, a partir de una plataforma patentada por el grupo DigiDemo, DigiWorld. Esta herramienta nos permite analizar imágenes, videos y textos en redes sociales. El proyecto se centra en Facebook, que, aunque puede considerarse menos popular que Instagram o TikTok, sigue siendo una plataforma idónea para el análisis de campañas electorales, tanto por el tipo de contenido como por el perfil etario de sus usuarios.
Si bien no se excluyen otras redes sociales, Facebook constituye la base del estudio, desde la cual se derivan otros análisis. Nuestro corpus estará compuesto por las publicaciones realizadas por candidatos y partidos políticos que lleguen a la papeleta de primera vuelta, a partir del 18 de agosto.
¿Cuál es el objetivo central de esta nueva investigación?
Estudiar los procesos electorales implica también reflexionar sobre la defensa de la democracia, especialmente frente al avance de posturas más autoritarias, como se observa en diversos países. En varios contextos, la democracia está comenzando a perder protagonismo, y cada vez más personas —cuando son entrevistadas o encuestadas— no consideran problemático que existan regímenes autoritarios.
Esta percepción se vincula con la idea de que la democracia no logra responder eficazmente a ciertos desafíos contemporáneos, como el aumento de la migración irregular, la sensación de inseguridad o la incertidumbre económica. En estos escenarios, resulta fácil proponer soluciones que carecen de sustento real, diseñadas más bien para ganar elecciones que para ser implementadas de manera viable.
Cuando dichas propuestas se llevan a cabo, suelen enfrentarse a una serie de factores estructurales y políticos que dificultan su ejecución. Es una problemática que merece ser discutida en profundidad. De hecho, en el estudio de la campaña 2021 sobre la primera vuelta presidencial, los niveles de populismo en Chile, en comparación con otros países latinoamericanos como Colombia u otros del resto del mundo, eran aún bajísimos y sólo predominaban temas divisivos. Me temo, e hipotetizamos con el equipo, que el panorama ha cambiado diametralmente.
¿Qué factores explicarían este cambio?
Existen variables nuevas como el estado de desafección tras los ensayos constitucionales en el país, el avance de la derecha radical en varios países y la deriva autoritaria en otros, pero diría que principalmente la polarización política alimentada por niveles cada vez más creciente de desinformación.
¿Cuál es la relevancia de asumir este nuevo desafío en el marco de su trayectoria profesional y académica?
Creo que este proyecto se inserta en una línea de trabajo que venimos desarrollando desde hace varios años, vinculada a la investigación en comunicación política. Más específicamente, contribuye a una línea que la Escuela ha consolidado en torno a la comunicación y democracia que incluye temas como la desinformación y el populismo, a través de proyectos que generan conocimiento científico relevante, con énfasis en publicaciones en revistas indexadas.
En segundo lugar, el proyecto dialoga con algunas especializaciones que estamos impulsando, tanto en los proyectos de investigación a los que hemos postulado como en los cursos que se están incorporando a la malla de la Escuela, orientados al estudio de la desinformación.
Y en tercer lugar, aporta una mirada desde la universidad regional a estudios que tradicionalmente se han centrado en Santiago. Liderar este equipo chileno de origen internacional es un honor y especialmente significativo, ya que se trata de una red de investigadores e investigadoras que publican activamente sobre estos temas.
Esto nos permite aspirar a desarrollar estudios longitudinales y comparativos para contribuir en la mirada a nivel global sobre el comportamiento de las campañas electorales digitales, así como estas variables como el populismo, la comunicación política, los liderazgos populistas y la desinformación.
¿Por qué es importante estudiar el populismo?
Estudiar el populismo y la desinformación es defender la democracia. Su aumento representa una amenaza, ya que erosiona los fundamentos de la democracia liberal. Asimismo, como dije antes, tanto los niveles de populismo como los de desinformación tienden a incrementarse en sociedades altamente polarizadas. En este contexto, cuando las campañas electorales se ven marcadas por un alto grado de desinformación y discursos populistas, peligra finalmente el sistema como lo conocemos.
¿Qué significado personal tiene este logro en su trayectoria profesional?
Es un tema que me apasiona. Especialmente en el actual contexto de incertidumbre y transformación. Debido a que ambas variables inciden directamente en el funcionamiento de la democracia, desde nuestro rol como investigadores, me motiva profundamente el contribuir a generar conocimiento nuevo en torno a estas temáticas.
