Escuela de Periodismo UCN

Escuela de Periodismo UCN
La Escuela de Periodismo de la Universidad Católica del Norte es una unidad académica que tiene 56 años de trayectoria, formando a los profesionales del área de comunicaciones.

Cecilia Gómez Valdivia: “Guardo los mejores recuerdos de mi paso por la Escuela de Periodismo”

La productora general del largometraje documental “Cobija”, estrenado en el Festival Internacional de Cine Latino de Toulouse, Francia, no olvida su formación en la UCN.

Cecilia Gómez Valdivia, productora general del documental “Cobija”, atesora su paso por la Escuela de Periodismo de la Universidad Católica del Norte (UCN), en donde fue estudiante, docente y directora de la Unidad de Producción Audiovisual (UPA).

Fiel a su pasión por el aprendizaje, actualmente reside en España, donde cursó un Máster en Investigación e Innovación Educativa y ahora se encuentra finalizando su Doctorado en Investigación en Humanidades, Artes y Educación en la Universidad de Castilla-La Mancha.

El documental, cuya producción enfrentó una década de desafíos, fue estrenado este año en el Festival Internacional de Cine Latino de Toulouse, Francia. Para Cecilia Gómez, el proyecto ha marcado un hito en su trayectoria profesional, crecimiento que comenzó gestándose en las aulas de la Escuela de Periodismo.

¿Qué recuerdos tiene de su etapa como estudiante en la Escuela de Periodismo?

Guardo los mejores recuerdos de mi paso por la Escuela de Periodismo. Allí hice amistades que conservo hasta hoy. Conocí profesores que se transformaron en colegas y amigos, con los que aún mantengo vínculos importantes. Más allá del aprendizaje técnico, lo que más me marcó fue el ambiente humano que se respiraba: el cariño de las personas, la entrega de los docentes y la dedicación puesta en formar profesionales comprometidos.

¿Cómo influyó su formación en la Escuela de Periodismo en su trayectoria profesional?

Me permitió descubrir y desarrollar mi vocación por el ámbito audiovisual. Siempre tuve una inclinación por lo artístico y lo humanista, gracias a mi historia familiar y a mi formación en el Liceo Experimental Artístico.

Entré a estudiar con la convicción de algo, que poco a poco se fue transformando. En un principio mi interés era mejorar mi redacción, ortografía y expresión escrita, pero, ya inmersa en la carrera, descubrí un mundo que me fascinó: la comunicación audiovisual. Conocí asignaturas de cine, televisión y reportaje que me permitieron expresar más allá de la redacción, a través de imágenes.

Esa posibilidad de expresión visual fue reveladora. Gracias a esa formación, tuve un desarrollo personal y profesional tremendo.

¿Cómo recuerda su paso por la Unidad de Producción Audiovisual (UPA)?

La UPA fue una etapa que recuerdo con mucho cariño. Durante esos años realizamos múltiples acciones significativas que marcaron profundamente mi crecimiento profesional. Estoy infinitamente agradecida del profesor Mauricio Matus por hacerme parte de ese proyecto, así como también a la dirección de la Escuela y a la Universidad, que confió en mí para conducir la UPA cuando Matus partió a realizar su perfeccionamiento en la Universidad de Chile.

Tras terminar mi formación profesional como periodista, partí a Santiago para estudiar cine, en una primera instancia estudiando un diplomado en Producción Ejecutiva Audiovisual en la Pontificia Universidad Católica y luego un Magíster en Cine Documental en la Universidad de Chile. Con estas herramientas, pude enriquecer la UPA desde otra perspectiva, conectando proyectos locales con un mundo profesional más amplio.

Esa experiencia me consolidó como profesional y me permitió contribuir en la Escuela con nuevas iniciativas, incluyendo mi participación en “Cobija”, una película que me alegra recordarla…, porque fue un proyecto valioso, lleno de significado y profundamente conectado con los valores de la Escuela de Periodismo y la UCN.

Tuvimos una estrecha vinculación de la UPA con los estudiantes de aquel entonces. Recuerdo que teníamos un grupo sumamente colaborativo, entusiasta y comprometido. Algunos de ellos incluso tuvieron la oportunidad de dirigir series de ficción y documental que contaron con el respaldo de instituciones públicas como el CNTV. Me siento muy orgullosa de ver hoy a varios de aquellos “Upitas” siendo líderes en distintas áreas de la comunicación. Estoy segura de que, para ellos, la UPA también fue una experiencia profundamente significativa.

Espero que en el futuro se retome este proyecto. Creo firmemente que representa una gran plataforma, tanto para los estudiantes como para la Escuela y la Universidad.

UCN

¿Hay algún aspecto de su formación en la UCN que haya influido en la manera en que abordó la producción de “Cobija”?

Sin duda, en aspectos fundamentales como la organización, la responsabilidad y la creatividad. La producción es un rol creativo, especialmente cuando se trata de recursos. Implica un desafío constante para lograr resultados con lo que se tiene.

A veces puede parecer una tarea ingrata, porque todo el mundo espera que las cosas funcionen perfectamente, aunque las condiciones no siempre lo permitan. Sin embargo, es justamente ese reto el que lo hace interesante. La formación que recibí en la UCN fortaleció mis habilidades organizativas y me permitió enfrentar estos desafíos con mayor confianza.

¿Considera que la UCN jugó un papel clave en su desarrollo como profesional y realizadora?

Una de las grandes fortalezas de la UCN y la Escuela de Periodismo es la libertad que te entrega para crear. Desde actividades, proyectos, hasta piezas audiovisuales, siempre sentí que podía experimentar, explorar y desarrollar ideas.

Creo que instancias como la UPA deben ser retomadas por las nuevas generaciones. Son espacios claves para experimentar y crecer. Mi llamado es a aprovecharlos, a crear con libertad y a ver esta etapa como un trampolín para alcanzar sus sueños.

La Escuela de Periodismo entrega herramientas poderosas que, bien aprovechadas, pueden abrir muchas puertas.

COBIJA

¿Qué significa “Cobija” para usted?

Fue un proyecto que me cautivó desde el primer momento, no sólo por su historia personal, sino por el enfoque que ofrecía una perspectiva distinta de un lugar poco explorado, como la localidad de Cobija.

Me deslumbró la posibilidad de visibilizar una zona olvidada, desde una perspectiva artística y documental. Me involucré profundamente en el desarrollo, desde la investigación hasta llegar a la producción general. Además, logré construir puentes entre la película y la Escuela.

Aproveché para involucrar a mis estudiantes en el proceso, compartiéndoles en tiempo real las etapas de producción, los obstáculos y los logros del proyecto. Así, la Escuela de Periodismo entregó aportes significativos a la producción local del documental.

“Cobija” ha sido clave en mi crecimiento profesional y donde el respaldo familiar fue clave para superarlo. Fue un camino difícil, lleno de desafíos caóticos; primero el estallido social, luego la pandemia y, finalmente, la muerte del protagonista durante el rodaje.

Aun así, logramos salir adelante, gracias a la visión muy profesional de Pamela Pequeño, la directora del largometraje y de todo el equipo. Avanzamos en este proceso de toda una década. Es un trozo de mí que queda reflejado en ese maravilloso proyecto, al que agradezco enormemente ser parte.

Escuela de Periodismo

¿Qué mensaje  daría a los estudiantes de la Escuela que están iniciando su camino profesional?

Quiero reiterar mis agradecimientos a la Escuela y a la Universidad por toda la entrega a lo largo de estos más de 50 años. Les diría a los actuales estudiantes que valoren el tiempo y las condiciones que tienen para estudiar, porque no todos tienen esa posibilidad. Están en una buena Escuela, en una buena Universidad, y aunque quizás entraron a Periodismo, no como primera opción, pueden reencantarse y tomar esta carrera como una oportunidad.

El periodismo entrega competencias valiosas para cualquier ámbito profesional: redactar bien, explorar la creatividad, aprender a contar historias con imágenes o producir contenidos. Todo esto es clave en el mundo en que nos desenvolvemos hoy.

Esta carrera puede ser un punto de partida hacia otros caminos. A muchos estudiantes que tuve la posibilidad de conocer les ocurrió eso: llegaron al periodismo por casualidad y encontraron un refugio, un espacio para desarrollarse. Es importante tener una base sólida, y esta carrera puede brindarla. Los invito a aprovechar la Escuela como un lugar para crecer, explorar y proyectarse.